Publicado por
Oscar Contreras Vásquez, profesor de Historia
Fin del Día:
La Iglesia Neogótica de Castro recogió nuestro pasos y deseos mas íntimos. Callamos, rezamos y admiramos; sus añosas maderas nos hablaron de la devoción de los que la frecuentan y del espacio donde lo obrado y lo creado sigue siendo un misterio para nuestros pequeños pasos.
A golpe de lluvia recorrimos la plaza, nos cobijamos en el museo y observamos los palafitos de Gamboa, esos constituyen la postal de una forma de habitar que en la comuna de Castro no solo se viste para el turismo. En la plaza del mismo nombre termina nuestro Martes dos enormes culebras fundadoras nos miran distraídas mientras caminamos a la casa de retiro donde podremos compartir lo observado.
